José Miguel Montes. OIP
Pamplona vivió este lunes su jornada más emblemática con la celebración del día grande de San Fermín. Miles de personas se echaron a la calle desde primera hora para acompañar al santo en la tradicional procesión, que partió minutos antes de las 11:00 horas desde la iglesia de San Lorenzo, precedida por el repique de campanas.

La comitiva, compuesta por los Gigantes y Cabezudos, clarineros, maceros, txistularis, dantzaris, timbaleros, representantes de los gremios históricos, la Hermandad de la Pasión, la Congregación Mariana, la banda de música La Pamplonesa y la corporación municipal, recorrió las calles del casco antiguo, entre aplausos, en un ambiente de respeto y fervor.
Durante el recorrido no faltaron los característicos “momenticos”, breves paradas en las que se rinde homenaje al Santo mediante piezas musicales interpretadas por distintos grupos. La emoción se palpaba entre el público, que no dudó en inmortalizar cada instante con sus teléfonos móviles, dejando constancia de una devoción que sigue siendo el eje central de las fiestas.
La jornada transcurrió entre nubes y claros, con alguna ligera gota de lluvia, y volvió a demostrar que la figura de San Fermín sigue siendo el corazón de unas fiestas que combinan tradición, cultura y participación ciudadana.

La Escuela de Jotas Irabia amenizó los momentos previos a la salida del santo.


