Paula Vilella. OIP
Es el primer año que José Leonardo Pineda viene a los Sanfermines desde Santander con su grupo, el Mariachi Águilas de Jalisco. “Habíamos escuchado que a la gente aquí le encantan las rancheras y creemos que nos va a ir muy bien tocando en la calle”, cuenta sin soltar su guitarrón.
Pineda toca junto a sus cinco compañeros, todos vestidos de charros y con sombrero. Un grupo variado de gente se arremolina a su alrededor en la Plaza del Castillo pocas horas después del Chupinazo, cantando y bailando. María López alza la voz sobre las demás para pedir a voz en grito: “¡La del mariachi loco!” Es “pamplonica y sanferminera” y para ella, “los mariachis animan cualquier ambiente”.
Navarra tiene desde hace décadas una particular afición por las rancheras. Un estudio de Labrit Patrimonio señaló que es el lugar de Europa donde más arraigo tiene esta música, algo que se nota en las calles durante los Sanfermines, con grupos como el de Pineda tocando en cada rincón a cualquier hora del día.
Las “mexicanas”, como también se les conoce a las rancheras en Navarra, forman parte además del programa oficial de fiestas. El escenario de la pista de patinaje de Antoniutti cuenta con los conciertos de Puro Relajo el día 7 mientras que el 10 será el turno de Los Tenampas, ambas agrupaciones locales. Para cerrar las fiestas el 14 de julio llega desde el otro lado del charco el Mariachi Internacional Principal de México, que se subirá al escenario de la Plaza de la Cruz.
Es el sexto año consecutivo que Puro Relajo toca en Sanfermines. David García, uno de sus miembros, cuenta que para ellos es uno de los conciertos más especiales del año. “Somos de Pamplona y estas son nuestras fiestas. De pequeños íbamos a las verbenas y siempre pensábamos cómo tenía que vivirlo el artista ahí arriba. Soñábamos con disfrutar de ese ambiente desde el escenario así que tocar en Sanfermines es una ilusión cumplida”, relata.
García cuenta que el público en Sanfermines “es muy variopinto” pero que todo el mundo llega con ganas de bailar, cantar y divertirse. “Es una maravilla que la música popular tenga tanta aceptación”, dice.