El cuarto encierro de San Fermín 2019 ha transcurrido sin heridos por asta con una trepidante carrera
Los seis toros de Jandilla han galopado hoy como si fuesen solo uno. Empaquetados como para un regalo. Les faltaba el lazo. Al unísono. Sincronizados, apretados, diligentes y entrelazados. A excepción del último tramo en el que un resbalón ha dejado ligeramente rezagado a uno de los morlacos, la manada ha recorrido las calles de Pamplona perfectamente unida. Escoltados por los mansos, y sin apenas dejar hueco a los corredores. El cuarto encierro de San Fermín 2019 ha durado 2 minutos y 19 segundos. Una carrera muy rápida y trepidante.
Los toros de Jandilla, que hoy celebraban su 20 aniversario participando en los encierros de Pamplona, han contravenido su peligrosa fama como “la ganadería más peligrosa” con un encierro limpio y sin corneados. Tan solo cuatro corredores han sido trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra, todos ellos con contusiones. Un joven navarro, de 33 años, que ha recibido un fuerte golpe en la cabeza en el callejón de la plaza de Toros ha sido trasladado inconsciente desde la enfermería del coso taurino pamplonés hasta el Complejo Hospitalario de Navarra. Un segundo corredor procedente del tramo de Santo Domingo ha sido hospitalizado con una contusión en una pierna, y otros dos han sido conducidos desde Estafeta al Centro San Martín, también por contusiones en las extremidades inferiores.
La ganadería de Jandilla, fundada originariamente en Vejer de la Frontera (Cádiz), ha obsequiado así hoy a los corredores y corredoras tan solo con caídas y tropezones. Cuatro veces premiada en la Feria del Toro de Pamplona y con otros tres premios Carriquiri, sin embargo, los Jandilla forman parte el universo mitológico de los encierros de Pamplona con un expediente de más de 31 corneados. Y ostentan el truculento récord de mayor número de heridos por asta de toro en un solo día. Fue el 12 de julio de 2004: ocho corneados en un único encierro. Y con saña, uno de los toros clavó las astas en cinco ocasiones a un mismo mozo, fue al experto corredor de Hernani –y ya fallecido– Julen Madina. Además, el nombre de los Jandilla está asociado a la última y trágica muerte en los encierros: cuando el toro colorado llamado «Capuchino», de 515 kilos, de esta ganadería empitonó mortalmente en el cuello al joven madrileño de 27 años Daniel Jimeno Romero en el tramo de Telefónica durante en el cuarto encierro de los Sanfermines de 2009.