Pamplona se echó de nuevo a la calle como cada 7 de julio para honrar a su santo patrón, en una mañana dominical soleada y fresca. El sonido de las campanas anunció cinco minutos antes de las 11.00 la salida de San Fermín desde su capilla en la iglesia de San Lorenzo.
Les esperaban todos los integrantes de cortejo -Gigantes y Cabezudos, clarineros, maceros, txistularis, dantzaris, timbaleros, representantes de los gremios históricos, la Hermandad de la Pasión, la Congregación Mariana y cerrando la procesión la banda de música La Pamplonesa,- que acompañan al Santo durante todo el recorrido.
Miles de asistentes sacaron durante la procesión al reportero que llevan dentro, inmortalizando con las cámaras de sus móviles esas estampas que deja este acto del programa oficial, no olvidemos, que da nombre a las fiestas, la devoción a San Fermín.
No faltaron los entrañables “momenticos” en los que se se homenajea a San Fermín a través de la música en diferentes puntos.
Miles de personas participaron, en la Catedral de Pamplona, en la Misa solemne en honor a San Fermín, presidida por el arzobispo de la ciudad y el Cabildo catedralicio con la Capilla de Música de la Catedral, el Orfeón Pamplonés y la Orquesta Sinfónica de Navarra.