Los toros de Pedraza de Yelte, que se estrenaban en la calles de Pamplona, han protagonizado un encierro emocionante, peligroso y muy concurrido. El balance de atendidos es de cinco heridos, dos de ellos por asta toro. Uno de los mozos ha sufrido una cornada de 12 cm en el cuello y tras ser operado en el coso pamplonés ha sido trasladado al hospital con pronóstico grave. El otro herido, intervenido también en la Plaza de Toros por una cornada en la axila, ha sido conducido al complejo hospitalario y no se teme por su vida. El resto de corredores atendidos han sido trasladados con diagnóstico de traumatismo craneal.
La carrera ha sido rápida, 2 minutos y 30 segundos, y abarrotada, con muchos mozos que entre codazos, tropiezos y golpes ha intentado hacerse un hueco para poder correr delante de los morlacos. La manada se ha mantenido unida durante casi toda la carrera, a pesar de los tropezones de algunos de los astados, y ha permitido que se vieran carreras muy bonitas de los corredores que se agolpaban y llenaban la Calle Estafeta. Justo antes, en la curva de Mercaderes, otro de los toros que corría avanzado ha derribado a un joven que se había quedado atrapado.
La carrera ha sido la más concurrida de esas fiestas, no sólo en el recorrido sino también entre los espectadores que llenaban los vallados del encierro, los balcones, señales de tráfico y lugares insospechados como fachadas y edificios de Estafeta a los que los jóvenes se agarraban como contorsionistas para poder disfrutar de la popular carrera.
Consulte aquí el balance de heridos del cuarto encierro.
Foto, David Glez del Campo
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