Tras dos años sin poder celebrar las fiestas de San Fermín por el coronavirus, Pamplona ha vuelto a vestirse de blanco y rojo y se ha anudado al cuello el “pañuelico” con el que se simboliza la fiesta y toda la ilusión de quienes hemos estado esperando que el cohete anunciador explotara en el cielo de la capital navarra de nuevo, un cielo lluvioso.
El exfutbolista y exentrenador navarro Juan Carlos Unzué ha sido el encargado de dar inicio a las 12 horas a 9 días de fiesta. La felicidad que irradiaba su rostro lo decía todo. Unzué dedicó el chupinazo «a los sanitarios» y a «los enfermos de ELA».
Por delante, 204 horas en blanco y rojo con un programa con 532 actos entre conciertos, verbenas, fuegos artificiales, exposiciones, animación de calle y actividades infantiles y familiares.
Unzué acudió ayer al Ayuntamiento de Pamplona para preparar el Chupinazo. Se asomó al balcón de la segunda planta de la Plaza Consistorial desde el que se lanza el cohete. Se realizaron diferentes pruebas. Desde que en 2020 hizo público que padecía ELA, Unzué se ha convertido en un referente de la visibilización y la lucha contra esta enfermedad, protagonizando campañas, charlas, documentales y libros en los que cuenta en primera persona su convivencia con la esclerosis lateral amiotrófica.
Además de la Plaza Consistorial, el Chupinazo se ha seguido desde cuatro pantallas gigantes en puntos neurálgicos de la ciudad: Plaza del Castillo, Paseo de Sarasate, Parque de Antoniutti y Plaza de los Fueros.
El Chupinazo se ha seguido también a través de la web municipal, www.pamplona.es, y desde la web oficial de las fiestas, www.sanferminespamplona.es. La retransmisión en streaming se siguió en directo a través de los perfiles oficiales de las fiestas en Facebook y Twitter (@SanferminesPamplona). El perfil en Instagram, por su parte, ha hecho durante toda la mañana un seguimiento especial de este evento desde dentro de la Casa Consistorial, mostrando la trastienda del Chupinazo y a todos sus protagonistas de cerca.