El 7 de julio de 2022 la Plaza de Toros de Pamplona cumplió cien años. Y para celebrarlo, se han desarrollado una serie de actos a lo largo de 2022 por parte de la Casa de Misericordia, cuyo culmen ha sido la corrida de toros del día de San Fermín: una corrida extraordinaria mixta, con tres matadores de toros y un rejoneador. “Esto se ha hecho en Pamplona algunas veces, pero juntar a la mayor figura del rejoneo que es Pablo Hermoso de Mendoza y a Morante de la Puebla, al Juli y a Roca Rey, taurinamente es tirar la casa por la ventana: es como empezar los fuegos con el exploto final”, valora Mariano Pascal, responsable de relaciones externas de la Casa de Misericordia. El ambicioso cartel logró un espectáculo memorable, en el que Roca Rey, El Juli y Pablo Hermoso se llevaron ocho orejas.
A pesar de la pandemia, se han presentado libros y revistas, y se han realizado una serie de espectáculos audiovisuales en la Plaza que han contado con la presencia de la Pamplonesa, así como de personalidades como Padilla o Miguel Ríos.
Afortunadamente, no han parado las visitas guiadas a la plaza, y el año pasado, a la que acudieron 20.000 personas. “Pero los festejos taurinos no dejan de ser el motor real de la plaza, y el público ha respondido a la renovación del abono fenomenal, teniendo en cuenta que partíamos de un momento, cuando planteamos el programa, en diciembre-enero, con la gente recluida, y una gran incertidumbre: por ejemplo, en Nochevieja, los residentes de la residencia de ancianos de la Casa de Misericordia no podían salir ”, explica Pascal.
100 años de historia
Según apunta el responsable de relaciones externas de la Misericordia, “el torero Joselito el Gallo es el padre de las fiestas monumentales, él calcula que para que la fiesta sea popular, tiene que haber recintos muy grandes donde se pueda abaratar el coste de las entradas. Su primera acción es convencer a empresarios para montar una plaza de toros monumental en Sevilla, cuyo arquitecto es Franciso Urcola Lazcanotegui”.
Así, el donostiarra Urcola construyó la plaza monumental de Sevilla. En aquel momento, llenan en paralelo ambas plazas: la Maestranza y la Monumental. Es la época de la gran rivalidad entre Joselito y Belmonte. Pero en 1920 un toro mata a Joselito. “Con el final de Joselito, ese proyecto nunca sobrevive, la presión que hay en Sevilla es muy alta, se dice que la plaza no supera unas pruebas de carga, aunque nunca quedó demostrado, pero Urcola utiliza los planos para hacer la de Pamplona”, añade Pascal.
En el siglo XX, como consecuencia del proyecto urbanístico del Segundo Ensanche y del deterioro en el que se encontraba la plaza, se decidió construir otra en las inmediaciones. Pero el Ayuntamiento no podía hacer frente al gasto de una plaza nueva, y cedió gratuitamente a la Casa de Misericordia 11.443 metros cuadrados en la zona del Primer Ensanche, para que construyera y gestionara una plaza de toros. Desde entonces, el terreno está cedido a la Casa de Misericordia, mientras se mantenga su uso para plaza de toros.
Las obras comenzaron en marzo de 1921 y, debido a un incendio que arrasó la antigua plaza en agosto de ese mismo año, hubo que acelerar los trabajos para que la nueva estuviera lista para los Sanfermines de 1922: se construyó en 20 meses. “Hoy en día, ya solo por la obtención de las licencias administrativas, no sería posible. Y hay una foto histórica con la plaza antigua que había ardido, y la nueva ya construida”, rememora Pascal.
La nueva plaza fue inaugurada el 7 de julio de 1922 con un cartel compuesto por toros de Vicente Martínez, y los espadas Julián Díaz Saleri II, Juan Luis de la Rosa y Marcial Lalanda. Contaba entonces con 14.000 localidades. En años posteriores fue reformada en varias ocasiones. Destaca la realizada en 1967 por un joven arquitecto: el tudelano Rafael Moneo, que sustituyó las antiguas gradas por una andanada que aumentó el aforo en más de 5.000 espectadores.