A mediados de la década de los 60 Francesco Rosi filma El momento de la verdad. Una película que, como si un Currito de la Cruz se tratara… cuenta la historia de un joven que busca una solución rápida y beneficiosa, económicamente hablando se entiende, y decide hacerse torero. Nuestra aportación es una corrida sanferminera atribuida al protagonista.
El director Ignacio F. Iquino realiza en 1967 Un rincón para querernos. El rincón que busca la pareja protagonista para quererse en su luna de miel es Pamplona y los sanfermines…
Tal vez la película más importante de estos años es Carnaval de ladrones dirigida por Russell Rouse en 1967. Vaya por delante que el director es conocido, entre otras, por la realización de Confidencias de medianoche. Así que podemos esperar una estética parecida.
La historia es la de un americano que se hace pasar por hostelero para asaltar una sucursal del (ficticio) Banco Nacional de Pamplona, aprovechando el momento del encierro. Como imaginarán, no gustó mucho la idea a las autoridades franquistas del 67, pero se llevó a cabo y pueden ver a un Stephen Boyd (sí, Mesala en Ben-Hur) corriendo delante de los astados ataviado de blanco y pañuelo rojo. Y corriendo de verdad. Las imágenes del encierro son, posiblemente, las más reales filmadas para una película, no tienen ese halo de documental que otras filman con su segunda unidad.
Ramón Herrera, periodista y crítico de cine pamplonés, ofrece una reflexión completa acerca de esta película: «es la película más festiva sobre los sanfermines, la más imaginativa, se aprovecha todo tipo de resortes de la fiesta, toda esa iconografía de gigantes, del encierro, para jugar con ella narrativamente e inventarse una historia»
Eso sí, como parece ser sentimiento generalizado, aquí los encierros también duran bastante más de lo normal…
Por cierto, el título mexicano era bastante más explícito: “Atraco en Pamplona”.