Foto EFE. Los astados de José Escolar han protagonizado en el penúltimo encierro de los Sanfermines una carrera rápida (2’ 17’’) y accidentada que se ha saldado con el traslado de siete personas: seis de ellas han sido atendidas en el Hospital Universitario de Navarra (HUN) y la séptima, en el ambulatorio Doctor San Martín.
Los atendidos en el HUN son:
-C.C.S., varón de 29 años, de Cehegin (Murcia), con traumatismo en el costado y herida en la cara, producida en el tramo de Telefónica. Ingreso hospitalario.
-D.I.I., varón de 43 años, de Berriozar (Navarra), con traumatismo costal producido en Telefónica. Ingreso hospitalario.
-J.S.M., varón de 41 años, de Torrevieja (Alicante), con fractura de clavícula derecha ocasionada en Mercaderes. Alta médica.
-P.F.L., varón de 33 años, de Madrid, con traumatismo en extremidad superior izquierda, provocado en Mercaderes. Alta médica.
-I.E.T., varón de 51 años, con fractura del codo izquierdo, provocado en Santo Domingo. Ingreso hospitalario.
-I.T.M, varón de 25 años, de Segorbe (Castellón), con traumatismo craneoencefálico y policontusiones, producido en Baja de Javier. Pronóstico reservado.
Un día más, la velocidad que imprimieron los toros a lo largo de todo el recorrido del encierro propició un gran número de caídas y de contusiones, viviendo momentos de peligro que por suerte no pasaron a mayores.
La carrera se inició con un manso abriendo la manada desde la salida de los corrales hasta el final de Mercaderes, tramo en el que ya tomó la delantera uno de los toros. Ya en esos metros se empezaron a producir las caídas y los saltos de cabestros, toros y corredores para salvar el obstáculo de los mozos caídos en el suelo.
Los astados realizaron algún amago de embestida que quedó sólo en intención sin materializarse. La manada fue estirándose conforme llegaba a Mercaderes, tramo en el que siguieron las caídas, que estuvieron presentes hasta el final de la carrera en la Plaza de Toros.
En la Curva de Mercaderes se vivió un tenso momento al quedar algún mozo atrapado entre la manada y la pared, especialmente un corredor que portaba una camiseta azul. Como suele ser habitual, las carreras más vistosas delante de los toros se protagonizaron en Estafeta.
En Telefónica se reprodujeron las caídas y los atropellos y los toros fueron entrando de manera separada, pero sin distracciones hacia los corrales de la Plaza de Toros.