Elíades Ochoa, uno de los soneros cubanos más importantes, notable defensor de la música tradicional cubana y estrella del histórico álbum Buena Vista Social Club, llegó al escenario de la Plaza Compañía con su sombrero de cowboy y vestido de negro, como acostumbra, ante la ovación del público. A sus 76 años, lleva un ritmo trepidante de giras internacionales: la víspera de su actuación en Pamplona, había ofrecido un concierto en Holanda, y a la mañana siguiente, salía temprano con un nuevo rumbo.
Asegura que quien le aporta la energía para llevar semejante ritmo, además de la música, es el público: “ayer, más de 5.000 personas en Holanda bailaban y gritaban durante el concierto, y eso me llena fuerza. La gente me reconoce y me da mucha alegría, me piden canciones de mi repertorio”.
Ochoa acumula premios, reconocimientos y cariño del público internacional a partes iguales, y es admirado por un abanico amplio de generaciones que corean sus canciones, como pudo comprobarse durante el abarrotado concierto del sábado por la noche en la Plaza Compañía, donde algunos asistentes lograron hacerse un hueco para bailar. Ochoa interpretó algunos temas míticos del álbum Buena Vista Social Club como El cuarto de Tula, Chan chan o Candela, que el público acogió con grandes ovaciones.
Entre sus muchos admiradores se encuentra el rapero C. Tangana, con quien recientemente grabó una canción titulada Muriendo de envidia. “Una amiga me dijo que era muy fan mío y que quería conocerme. Y nos encontramos en medio de una fiesta llena de gente que quería saludarlo, pero en cuanto me vio, vino directo a saludarme a mí, y me dijo muchas cosas bonitas. Luego jugamos al dominó, y allí empezamos a hablar y me contó que quería que yo hiciera esa colaboración”, afirma el músico cubano. Asegura que se adaptó enseguida a trabajar con C.Tangana. “Él quedó muy complacido y yo muy feliz de haber compartido disco con él, con el arrastre que tiene en la juventud. Vi que él me dejaba, que respetaba mis ritmos” comenta Ochoa.
“Sé que mis abuelos son los lobos”
Ochoa vive entre Cuba y España. Y aunque su residencia española está en Madrid, tiene raíces vascas, como su apellido delata. “No logré tener información de boca de mis abuelos acerca de mi origen, pero sé que son los lobos”, señaló el cubano, aludiendo al significado de su apellido en español.
El guitarrista había visitado ya Pamplona en distintas ocasiones, algunas de ellas, durante los sanfermines. “He visto los encierros desde un balcón. Pude ver el peligro de la gente que corre. Yo siento que tanta gente se expone a que un toro lo mate. Si yo tuviera que correr, lo haría detrás del toro, pero delante, no”, bromeó.