Los astados de la ganadería Núñez del Cuvillo han vuelto a correr por las calles del Casco Viejo de Pamplona tras cinco años de ausencia y han protagonizado un séptimo encierro rápido que se ha saldado con un herido por asta de toro.
Los toros han salido agrupados de los corrales y se han adelantado a los cabestros en los primeros metros de Santo Domingo, sorprendiendo a los mozos por la velocidad de su carrera.
La manada ha llegado agrupada a la plaza consistorial, con uno de los astados ligeramente adelantado que ha provocado el momento de mayor peligro de este penúltimo encierro cuando ha lanzado un derrote contra varios mozos que se encontraban apostados junto al vallado derecho, levantando y corneando a uno de ellos.
Tras resbalar el astado que iba en cabeza al embocar la curva de Mercaderes, la manada se ha dividido en una abarrotada Estafeta, con un primer grupo de cuatro toros que ha permitido bonitas carreras, aunque los mozos no lo han tenido fácil para hacerse un hueco delante de los astados y en muchas ocasiones han tenido que apoyarse en los lomos de los animales, provocándose numerosas caídas.
La curva de Telefónica ha dejado otro momento de tensión cuando uno de los morlacos ha resbalado en la parte derecha y ha provocado tropezones de varios de sus hermanos y de algunos mozos.
Este séptimo encierro ha seguido la estela de ayer de los astados de Victoriano del Río con un encierro rápido (se ha completado en 2 minutos y 32 segundos) que se ha saldado con seis corredores trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra, cuatro de ellos contusionados y otro, estadounidense, corneado en la pierna izquierda. En la plaza se ha atendido a cuatro heridos por contusiones, aunque ninguno de ellos ha tenido que ser trasladado.
El balance de heridos y el parte actualizado del séptimo encierro puede consultarse aquí.
Los seis astados de Núñez del Cuvillo llegan a San Fermín tras protagonizar una temporada taurina destacada. Esta tarde serán lidiados esta tarde en el coso pamplonés por los diestros Sebastián Castella, Miguel Ángel Pereda y Roca Rey.
Imagen: David González del Campo